Cada trimestre, en nuestro proyecto Croqueta, se nos propone llevar a cabo una misión.
En el primer trimestre de 3 años nos proponen descubrir un misterio y, para ello, debemos convertirnos en ayudantes de cazamisterios.
El pasado jueves, al entrar a clase, descubrimos en el suelo unas huellas misteriosas. Después de dialogar qué podía ser eso, entre todos llegamos a la conclusión de que eran huellas de persona, de zapato. También, encima de la mesa de la maestra había un sobre para cada niño y, tras abrir cada uno el suyo, vimos que en cada sobre había:
- un mensaje
- una lupa
- un carnet de ayudante de cazamisterios.
Ese mensaje nos decía que si queríamos descubrir el misterio y saber de quién eran esas huellas, debíamos convertirnos en ayudantes de cazamisterios y, para ello, tendríamos que conseguir tres desafíos que se nos proponen en el primer libro. Todos nuestros pequeños dijeron ilusionados que querían ser ayudantes de cazamisterios, por lo que rellenamos cada carnet poniendo su nombre y plasmando la huella de sus dedos.
Sólo conseguiremos ser ayudante de cazamisterios si resolvemos los tres desafíos que se nos proponen y, cada vez que consigamos uno, pegaremos una estrella en nuestro carnet.
Además, tenemos una lupa, que es mágica, ya que con ella no se ve lo que es erróneo o está mal; solo se ve lo correcto.
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